Ayer fue la cena de empresa, a la que me pensé muy mucho si ir, porque, como dijo un directivo que dejo la empresa justo el día antes, ¿qué pinto yo si ya me voy? y sí, me trage los discursos de bienvenida a las nuevas caras, al proyecto de futuro, etc etc cd el próximo viernes es mi último día.
Sin embargo, fui, por mis niños del Press, me apetecía compartir con ellos una noche de fiesta. La noche muy bien, la organización muy bien, el video muy gracioso,... y más gracioso aún la gente presentádose con un "ya hablaremos" o "a ver si coincidimos más por la empresa", y yo sonriendo "claro, claro, ya nos veremos" pero si me voy!! Fiesta de integración! Vista de la prespectiva del día depúes fue más una fiesta de apariencias.
El peligro es que a veces las apariencias engañan. Ayer, y creo q normal, no estaba yo por esa labor de socialización, a mi lo que me apetecia es estar con mi gente. Y al estar Lalu e Iván de un lado para otro, pase el tiempo suficiente con Rubén para que se opinara. Me da igual que la gente piense lo que quiera por ello, y lo diga con sus miradas, pero de quién vino el comentario, si me dejo algo pensativa.
Hoy me he levantado pensando en la verdad como un regalo de Navidad. Unas personas por el tamaño piensan que es una cosa, otra por el sonido, etc. Así cada persona por la apariencia cree que es una cosa u otra. Incluso puedes desenvolver el regalo y ver un caja, pero puede que lo que haya en el interior sea algo distinto, y la caja un engaño. También pudes abrirlo y encontrar otra caja, como las muñequitas estas, en las que cada vez hay una dentro más pequeña, hasta que llegas al final, a la auténtica. La verdadera verdad la conoce solo quién llega hasta ahi, pero solo puedes hacerlo si eres el dueño del regalo.
Repito no me importa lo que la gente piense, yo se cúal es la verdad, yo sé que escondo dentro de esa caja. Ayer me ralle porque no estaba segura de que quién me gustaría que lo supiera, lo tuviera claro, y me llevo a la distancia. Aunque con las luces de la mañana, creo que sabe que hay dentro de ese regalo, que el comentario solo fue una broma desafortunda, y que las apariencias engañan! y que más se pierden los que se fían de ellas.