
Miro por la ventana, la lluvia lleva toda la mañana bañando Madrid.
Y a mí.
Cada día te ansio más. Cada día te necesito más.
Un beso.
Un sencillo y dulce beso que apagara esta sed, que el agua no puede calmar.
Sin embargo, hoy tampoco llamas a mi puerta.
Seguiré esperandote.
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