jueves, septiembre 25, 2014

Empatía

En los últimos días estoy dando muchas vueltas a un tema a raiz de un revés reciente en mi vida, y aunque no suelo extenderme ni hurgar en mis pensamientos personales en este blog, hoy lo voy a hacer: la empatía o la inteligencia emocional que existe, o mejor dicho, escasea, en la sociedad actual.

Y lo que he percibido es descorazonador. He encontrado muy poco empatía en la gente que me rodea. No hablo de amigas (amigas) o familiares cercanos (padres, herman@s), pero en lineas generales, me he encontrado con "¿aún estas así?" "¿ya se te ha pasado?" "hay que ser optimista y así se pasa" "hay muchas cosas peores"... o los que no saben que decirte y toman la palabra para contarte lo absolutamente felices que se sienten.  


A todo ello respondo con la mejor de mis sonrisas (evidentemente no lo hacen con maldad, aunque l@s nominaría a todos para El legado de Tibu) pero creo que cada revés, cada duelo de la vida, necesita su espacio y su tiempo. Y en cada persona es diferente.

He hablado con una conocida psicologa de ello, y su respuesta fue bastante esclarecedora "por eso estoy yo aqui". Porque escucha donde otros solo oyen y porque ha vivido con muchos pacientes otras muchas situaciones idénticas y sabe lo real y doloroso de los sentimientos de cada uno de ellos independientemente de que la causa sea o no más grave, porque sencillamente no lo ve desde sus zapatos, sino desde los de esa persona, y a partir de ahí, empieza el consejo y la ayuda. Y lo que vale para A, igual no vale para B. Y donde alguien necesita un mes, otras personas, tres.


Dar un consejo desde el sofá de la comodidad o felicidad de uno mismo, no vale. Hay que meterse en los sentiemientos o la mente del otro, para luego poder ayudarle a seguir caminando con esos mismos zapatos y todo lo que hay dentro, porque son los únicos que esa persona tiene para volver a aprender a caminar.

No hay comentarios: