lunes, noviembre 27, 2006

Cuando el valor te vuelve eterna

Por todos es conocido lo que ha ocurrido está última semana con el antiguo espía ruso, Alexander Litvinenko, supuestamente envenenado con una sustancia radiactiva. Pero no es el único, hay más. La NUEVA RUSIA DE PUTIN calla a los disidentes, a los incorformistas, a las criticas con mano durda. Los medios silencian pero tendrían que asesinar a demasiadas personas para ocultar tanta pobreza, desigualdad e injusticias.

Anna Politkovskaya era un periodista rusa que llevaba muchos años denunciando públicamente la situación del pueblo checheno. Su valentía le costo la vida.

En 1999 comenzó su lucha en defensa del pueblo checheno a sabíendas del peligro que esto suponía para su vida. Sus vivencias las plasmo en varios libros, no muy recibidos en el Kremil. En ellos narra los crímenes de las brigadas ruso-chechenas, las ejecuciones extrajudiciales, los secuestros de cibiles y demás pecados. Su valentia y tesón por mostrar la verdad la llevaron a ser mediadora durante el secuestro del Teatro Dubrovka en Moscú y en el secuestro de la escuela de Beslán, pero mientras volaba hacia allí intentaron envenada. Sobrevivió al Kremlin, sobrevivió a las criticas, sobrevivió al silencio, hasta que el 7 de octubre fue asesianda por un joven a la salida de su casa.

Putin pudo con ella, pero no con su conciencia. Su valor la ha vuelto a eterna en sus libros. Personalmente, mi mejor homenaje su lectura. Aqui os dejo los titulos para si alguien está interesado:
  • "Terror en Chechenia", Ediciones del Bronce, 2003.
  • "Una guerra sucia", RBA, 2003.
  • "La deshonra rusa", RBA, 2004.
  • "La Rusia de Putin, Debate, 2005.

jueves, noviembre 16, 2006

Aventura

Vuelvo a escribir pero es que hoy me paso algo que merece una excepción a mi decisión. Ver a seres humanos cooperar para lograr un objetivo común, y sin que haya dinero de por medio, bien merece un pequeño post. Y más, si hasta salimos en el periódico! o en la radio a nivel nacional.

Hoy yo, y las decenas de personas que viajaban conmigo en el tren número 8005, vivimos una de esas aventurillas que por divertidas y no peligrosas dejan un buen recuerdo en la mente. El tren Palencia-Madrid circulaba tranquilamente, cuando a escasa media hora de llegar a su destino se detuvo. Unas enormes piedras se había desplomado sobre la vía por la que circulabamos. Un tren que segundos antes circulaba por la via contraria había avisado al conductor del desprendimiento. Eso evito el choque y la fortuna el descarrilamiento si las piedras hubieran caido minutos despues.

Evitado el peligro, sólo nos quedaba esperar la hora que como mínimo nos había dicho que tendríamos que estar allí mientras venían un jefe de obras y una máquina desde Madrid. Y entonces sucedió! Unos cuantos pasajeros empezaron a hablar, y decidieron bajar para intentar apartar ellos mismos las piedras. Vagón por vagón más se les fueron unieron -hombres, para ser justa-. Palancas de madera, colaboración y fuerza nos sacaron de allí.

El viaje se reanudo sin problemas. Lo más bonito, el ambiente que hubo en esa última media hora de viaje en el vagón. Aplausos a los valientes, agradecimientos del maquinista y el interventor, risas y personalmente una sensación de humanidad.

He montado en ese mismo vez tantas veces que sería dificil decir un número. Habitualmente un hola, y excepcionalmente un adiós, es lo que intercambias con tu compañero de viaje. Pero yo ahora siempre recordaré a ese muchacho que estando mal del corazón bajo a quitar esa piedra para que todos pudieramos llegar a nuestro destino.

martes, noviembre 07, 2006

¿El final?

Lo siento, lo presiento, lo vivo...¿es este el final?
Cada día es un nuevo intento, y cada día un nuevo fracaso.
No encuentro la salida, pero ¿es que acaso la hay?
Me alejo. No seguiré escribiendo. Nadie está al otro lado.
El dolor ha ganado a los abrazos que nadie viene a darme.
Ni a verme. ¿Con excepciones?
Un, dos, tres...ADIÓS.

viernes, noviembre 03, 2006

Viajando

6,30 horas en tren + 2,30 en autobús + 1,30 en metro
Más de lo que he dormido en las últimas 48 horas.

Lluvia y atascos. Resignación y sueño. Cosas de la capital

miércoles, noviembre 01, 2006

Flores y más flores



Son bonitas, ¿a qué sí?
Para entender este post teneis que leer el siguiente.